domingo, 25 de septiembre de 2016

Todos para uno, Todos contra uno

Hoy en día se oye cada vez más  casos de acoso escolar o bullying escolar, es triste pero es una realidad que no podemos ignorar. 

La escuela debe ser un lugar donde todos sus alumnos se sientan seguros, pero la realidad, por desgracia, es otra. 



La estadística es alarmante, 7 de cada 10 niños dicen sufrir acoso a diario por sus compañeros.

El acoso escolar o bullying tiene efectos negativos en la salud física, el bienestar emocional y el rendimiento académico de los niños que lo sufren, especialmente si dicha violencia se repite en el tiempo o es severa, además de influir en el clima escolar del centro educativo.


El Bullying suele estar provocado por un alumno, sin capacidad de empatía ni habilidades sociales,  que se apoya en un grupo contra la víctima (Todos para uno, todos contra uno) la cual se encuentra en minoría e indefensa, en la mayoría de los caso, una persona que acaba quedándose sola o con amigos - conocidos que no suelen hacer nada ante las agresiones que sufre por miedo a que les ocurra lo mismo.
¿Qué pueden hacer los profesores?
La intervención de los profesores es muy importante a la hora de detectar y corregir una situación de acoso escolar, por ello deben:

  1. Estar atentos a los cambios en el rendimiento de sus alumnos, tanto en cuanto a atención en clase como a sus resultados, ya que son uno de los índices más claros de que algo no funciona como debiera.
  2. Observar si algún niño se queda aislado dentro de la clase; es decir, no interactúa con los demás, pues será signo de que algo le sucede en el ámbito de las relaciones sociales.
  3. No permitir dentro de su clase, ni en su presencia, que se rían de ninguno de sus alumnos, pues eso puede ayudar a reforzar el sentimiento de grupo en contra de uno de ellos.
  4. Evitar que se produzcan tensiones o competencias no sanas entre compañeros, ya que pueden facilitar la aparición de situaciones de acoso fuera del aula.
  5. Tratar de elogiar a los alumnos por igual, ya que el reforzamiento sobre uno o unos pocos puede hacer florecer los celos del resto, pudiendo convertir así a los primeros en objeto de envidia para el resto del grupo.
  6. Frenar cualquier tipo de agresión, mediante indicación verbal y, si se repite, remitiendo el caso a la dirección o al orientador para que intervenga, de forma que no entorpezca el normal desarrollo de las clases.
Los docentes deben favorecer la creación de un clima escolar favorable y respetuoso, pero si estás sufriendo algún tipo de acoso...

¡No te calles contra el acoso escolar pide ayuda!

A los acosadores estas palabras:



                                                                                                             Anany

jueves, 1 de septiembre de 2016

Atentos y concentrados como ranas



¡¡Todos atentos y concentrados como ranas!!, esto es lo que los docentes quieren de sus alumnos.

Es evidente que la atención y la concentración son fundamentales para el aprendizaje, y  a través de ella, nuestra mente puede centrarse en un estímulo de entre todos los que hay a nuestro alrededor.

La concentración es una de las habilidades fundamentales en el proceso del conocimiento, mantenemos la atención focalizada sobre un punto de interés, durante un tiempo en concreto; esto dependerá mucho de nuestra madurez, así los niños pequeños pueden estar atentos durante un pequeño periodo de tiempo, mientras que el tiempo de atención y concentración de los adultos es mayor. Sin concentración es prácticamente imposible aprender algo, por tanto, la concentración es imprescindible para el aprendizaje.
 "Este alumno no presta atención en clase", "parece que está en otro mundo cuando explico", "no se concentra en clase", "suele distraerse con facilidad"... hoy en día escuchamos mucho, comentarios como estos por parte de los docentes. Es cierto que esto ocurre, no todos los alumnos pueden estar atentos y concentrados como ranas durante el tiempo que necesitan los profesores... entonces ¿qué hacer?, como profesional de la educación creo que tal y como está planteado nuestro sistema educativo las quejas de los docentes son entendibles. Los profesores tienen un tiempo establecido para impartir una serie de conocimientos (bajo mi punto de vista son demasiados y como ya comenté deberían dividirse en los dos años que forma el ciclo) y sus alumnos deben aprenderlos sí o sí para aprobar, pero ¿dónde queda el aprendizaje?. Es verdad que algunos alumnos aprenden pero no todos, ya que el ritmo es tan acelerado que no les da tiempo a detenerse, a interiorizar y aprender... y encima deben estar atentos en todo momento.

Mediante el aprendizaje emocional podemos ayudar a los alumnos a mejorar el autocontrol y permitirles adquirir la autodisciplina necesaria para mejorar la atención. Los docentes no pueden pretender que sus alumnos presten atención y estén concentrados basándose, únicamente, en su fuerza de voluntad; pensando que la perseverancia y el sentido del deber ( poco asumido en una cultura del éxito sin esfuerzo) desempeñan un papel importante en la realización de las tareas, por lo que deben de generar procesos de atención espontáneas a través de la MOTIVACIÓN. 
Los docentes deben actuar "manipulando" los procesos de atención de sus alumnos, cuya experiencia en el aula debe de resultar emocionante... ¿cómo podemos hacer esto?, pues integrando los contenidos académicos con experiencias cercanas de sus vidas, de esta forma su aprendizaje será significativo, tendremos alumnos atentos como ranas, y deseosos de tener la siguiente clase.

La educación que permite optimizar la atención alcanza la excelencia.
                                                                                                               Anany

Os dejo un test para saber cuál es vuestra capacidad de atención.