martes, 6 de abril de 2021

El color no aprueba. Todo debe ser igual de gris


Llevo un tiempo sin escribir en este blog, aunque temas no me han faltado pero tiempo sí. 

Desde hace mucho veo cómo el color de algunos (aunque cada vez más) niños y niñas  se les apaga porque no se les permite mantener su color.

 Nuestro sistema educativo, tantas veces criticado por mí, hace que la creatividad no valga nada, hace que el color de cada niño o niña se vuelva gris porque es lo establecido, es lo que vale y se valora.

Es triste, muy triste escuchar de un hijo que te dice, no me gusta mi colegio porque me quita mi imaginación y me limita mi creatividad; no me gusta hacer las fichas, prefiero crear un libro e inundarlo con millones de dibujos creados por mi y mi imaginación.

Sí es triste y más si es tu propio hijo.

Cada vez más hay niños y niñas así, que no aceptan cómo se les está enseñando, que prefieren crear y aprender gracias a sus creaciones. Y es que seguimos enseñando como hace muchos años: explicación, deberes, fichas, más deberes... memorizar, hacer el examen y olvidar. Y esto es lo que vale aunque los alumnos y alumnas pasen de su color al gris porque en el gris es donde deben estar ya que es lo que vale y por supuesto se valora.

Deberíamos reflexionar sobre esto y deberíamos  asentar, por el bien de nuestra sociedad, las bases de un autentico sistema educativo de calidad donde los alumnos estén en el centro, donde se valore las habilidades de cada uno, donde el aprendizaje sea un acto de motivación individual y donde la verdadera evaluación sea el aprendizaje  de cada alumno y alumna y no la absurda competitividad de las notas.

Os dejo El corto animado Alike, dirigido por Daniel Martínez Lara y Rafa Cano Méndez, cuenta precisamente cómo pasamos de ser niños creativos desbordantes de imaginación, a adultos grises repitiendo una y otra vez las mismas tediosas rutinas. ¿Los culpables?           La sociedad: el colegio, el trabajo, el entorno… Casi parece inevitable poder escapar de la rueda que nos acaba convirtiendo en aburridos «mayores».

Pero no, no todo está perdido y hay mucho que podemos hacer, empezando por no coartar a los más pequeños sino todo lo contrario: hay que su imaginación y sus ideas para que crezcan teniendo una buena salud mental que les acompañe hasta la edad adulta. Y es que los beneficios de las actividades creativas, como pintar un cuadro, son innumerables: aumenta la serotonina, la capacidad de concentración y de evasión de los problemas… ¿Qué más se puede pedir?

Por eso, y afortunadamente, Alike nos deja un mensaje positivo a modo de moraleja. Todos podemos romper el gris con un poquito de color, solo hay que proponérselo y dejar que, de vez en cuando, la creatividad tome el mando.



 





https://youtu.be/kQjtK32mGJQ